viernes, 31 de enero de 2014

Novela

Aire de Invierno 
Chapter 7
Salí por la puerta principal y vi a mis sobrinos jugando con su papá. Todo en ellos era felicidad y vitalidad. El brillo en sus ojos reflejaba despreocupación  y alegría. No pude contemplarlos mucho tiempo, porque me vieron, y de inmediato corrieron a abrazarme. Cuánto quería a esos niños.
-Tía Dani- gritaron los dos al mismo tiempo.
-Hola- les dije con una sonrisa en la cara. Pero no me pude mantener en pie y los tres terminamos tirados en el césped. Este fue el momento más feliz de estos últimos días.
-Tía ¿te quedaras unos días?- me preguntó Tyler que era el mayor de los dos.
-Si tía, di que sí, por favor- me suplicó Kyle con una carita hermosa y esos ojitos de perrito que solo los niños saben hacer.
-¿Saben?, en este momento nada me apetece más que estar a su lado. Si me voy a quedar unos días. ¿Quién sabe? hasta me podría quedar para siempre-dije
-¡Sí!-gritaron los dos y le fueron a dar la noticia a su papá. Charlie se acercó y me  tendió la mano para levantarme.
-Me alegro mucho de que te decidieras quedarte Dani- me dijo
-A mí también me alegra. ¿Cómo no me voy a quedar cuando tengo una familia que me quiere tanto?-le pregunté
-Espero que este asunto quede en el olvido. Y si necesitas algo solo llámame,  cuando te aburras de la casa de tus padres puedes ir a nuestra casa. Ahí los niños se la pasaran muy bien contigo.- me dijo esbozando una sonrisa a medias.
-Gracias Charlie- fue lo único que le dije, pero como siempre fue lo único que necesitaba decir.
Me despedí de Charlie y de los niños, prometiéndoles que llegaría para la cena. Aunque yo ya había cenado.
Camine por horas, intentando olvidar los últimos días, intentando que el olor a de una ciudad nueva, de gente nueva me despejara la mente.
No sabes la alegría en mi cara al ver un Starbucks en la esquina. Bendito sea Estados Unidos que tienen una Starbucks en cada esquina. Rebusqué en mi bolsillo y encontré un poco de dinero, suficiente para un café. Necesitaba mi dosis diaria de cafeína, sin ella me descontrolo. Entré en el local y de inmediato me invadió el olor a café. Ese hermoso olor.
Me acerque y pedí  un espresso americano, cuando me lo dieron me dirigí a una mesa sola. Me encantaban estos momentos en los que podía disfrutar de mí, sin tener que compartir el tiempo con nadie. Tal vez ese fue mi problema. Me aterró la idea de estar sola para siempre y tome decisiones apresuradas.
Tomé un asiento junto a una ventana, miré por ella y pude admirar a la ciudad en todo su esplendor. Estaba anocheciendo y las calles se iluminaban. La gente caminaba deprisa, intentando llegar a sus destinos lo antes posible. Era una noche de noviembre y el aire comenzaba a anunciar el evidente invierno que se avecinaba. Pude contemplar como el local se quedaba solo en un instante. Claro, ¿qué querías Daniela?, es sábado en la noche, todos están fuera en este momento. Todos están disfrutando de su vida, solo tu estas metida en una cafetería a las 9:00 de la noche de un sábado. Trataba de convencerme a mí misma que lo mejor sería irme. Pero no quería ir a un lugar en lo que todo era felicidad y arruinar la alegría de la familia. No quería llegar e interrumpir risas, que todos me miraran y reflejaran en su cara el sentimiento de lastima. No quería ser esa persona a la que todos se refirieran con frases cariñosas por el hecho de pasar un momento difícil.
Me quedé un rato más en la misma posición en la que estaba. Sentada, con la mirada en dirección a la calle, observando, pero sin observar.
Grande fue mi sorpresa cuando una persona entró al local. No la podía distinguir muy bien. Era un hombre, eso lo sé. Su perfil lo logre distinguir, muy bien por cierto.
Otra cosa que tiene Estados Unidos, hombres perfectamente perfectos- por lo menos en el físico- y el hombre que estaba en ese momento en la caja, ese hombre por el que estaba babeando la muchacha que atiende, era un vivo ejemplo de la perfección física.
En México no se veían muy seguido ese tipo de hombres.
Apuesto a que ese hombre es un patán, un creído más con su traje carísimo, sus zapatos italianos-o eso creo- más brillantes que la cabeza de un calvo en el sol, y su aspecto de millón de dólares.
Bien Daniela, juzga antes de conocer. Pero como no lo vas a conocer puedes juzgar.
El sexy millonario  se sentó en la mesa próxima a la mía y saco su BlackBerry. Perecía que estaba contestando correos. Unos muy malos correos por la apariencia de su cara.
 Mi parte amable quiso acercarse a él y entablar una conversación. Ya saben, tener una plática en un café, una plática que podría llegar a una mistad o solo  una conversación que quedaría olvidada con el tiempo.
Dejó su BlackBerry  en la mesa y se dedicó a su café. Y ahí estábamos dos personas solas, con destinos diferentes pero que en ese momento estaban destinados a estar cerca.
Levantó su mirada y encontró la mía. Me dedico una sonrisa y se la devolví. Me di cuenta de que ya no tenía nada que hacer ahí, había terminado mi café, ya no tenía dinero y había prometido a mis sobrinos llegar para la cena, aunque eso me parece que no lo cumpliría, porque casi eran las 10:00 de la noche.
Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me percaté de que el sexy millonario se había sentado en la silla que estaba enfrente de mí.
-Hola- me dijo con una sonrisa de esas que te desarman.
-Hola- le contesté un poco sorprendida por su llegada tan repentina.
-George Miller,  abogado.- me dijo tendiéndome la mano. Acepte la mano diciendo:
-Daniela Robinson,  desempleada y en trámites de divorcio- dije lamentándome al momento. Pero ¿en qué estaba pensando al decir eso?
-Que buena presentación tienes- me dijo con sarcasmo.
-Lo siento no debí decir eso, es solo que en este momento no puedo pensar en otra cosa- me excusé
-No te preocupes, te entiendo. He tenido muchos casos de divorcios en mi vida- me dijo aunque eso no me animó para nada.
-Así que, abogado- le solté, como quien lanza un salvavidas. Con la esperanza de cambiar un poco de tema.
-Sí, así es. Así que desempleada- me dijo. Lo único que no quería era hablar de mí, pero parece que era lo único de lo que quería hablar.
-Sí, es una historia muy larga- le dije con la esperanza de que dejara el tema.
-Bueno, es una noche agradable, no tengo nada que hacer y me parece que tú tampoco, así que ¿por qué no me la cuentas?, claro sino te importa- me dijo y se dibujó una sonrisa en sus labios, que labios tenia. Creo que no te he dicho como es el ¿verdad?, bueno pues toma nota. Sonrisa de George Clooney, ojos de Jesse Williams, facciones de Daniel Craig, cabello y barba de Robert Downey Jr. bíceps de  Hugh Jackman y  estatura de Liam Nesson. A que esta guapo ¿verdad?
-¿Seguro que quieres escuchar mi historia?- le dije con la esperanza de que dijera que no.
-Sí, sí quiero- me dijo.
-Señorita, ¿me podría dar otro espresso por favor?- dijo refiriéndose a la muchacha del mostrador.
-Si claro en un momento- le respondió concentrándose en no derramar baba por el mostrador.
Le comencé a contar mi historia, no omití nada. Ese tipo llamado George Miller que minutos antes era un patán, se convirtió en una persona a la cual le tuve mucha confianza en ese momento.
Mientras le contaba mi pequeña historia, pude ver como se  reflejaba en su cara el interés por lo que le estaba contando ¡en verdad le estaba contando  mi historia a este desconocido! La historia que no me atrevía a contar a mis padres, se la estoy contando sin dificultad a este extraño.
-Nunca me habría imaginado en una cafetería charlando con un desconocido de mi vida sentimental. Ni en los mejores sueños- le dije
-Bueno pues el sueño imposible que describes, lo estás viviendo ahora, y me alegro ser ese desconocido- me dijo.
-Gracias-le dije
-¿Por qué?- Me preguntó
-Por escuchar y comprender- le dije
-Por nada, me gusto pasar este tiempo contigo, hiciste posible que dejara de pensar en las cosas que me preocupan. Gracias - me dijo
-¿Por qué?
-Por estar aquí en el momento adecuado- me dijo esbozando una sonrisa. De  repente  me paso por la cabeza el hecho de que no llevaba más dinero para pagar el café que George había pedido para mi.
-No te preocupes, yo lo pago- dijo adivinando mis pensamientos.
-Me avergüenza mucho pero no llevo dinero- le dije excusándome
-Será un placer- me dijo y se puso de pie. Lo imite con un movimiento mecánico, aunque aún no estoy segura de por qué lo hice.
George pagó el café y salimos de Starbucks.
Joder, el frío que estaba haciendo. Imagíname saliendo, y quedándome como una estatua por el frío. George se volvió a mí un poco asustado.
-¿Estas bien?- me preguntó un poco preocupado
-¿Es que este frío es normal?- le contesté con otra pregunta.
Soltó una carcajada de esas quieres ser parte.
-Pues si es muy normal, pero esto no es nada, espera a la llegada de diciembre- me dijo
-Gracias por la advertencia- le dije. Y con un solo movimiento se quitó la americana y me la puso en los hombros.
-No tienes que hacer esto, vas a tener frio- le dije. Esbozó una sonrisa y me dijo;
-Tranquila, estoy acostumbrado- me dijo. El calor de su americana me reconforto. Y el olor a su colonia me hechizo.  Era un olor tan peculiar que no te podría dar una descripción del olor. Era único.
-¿Traes carro?-me preguntó
-Después de la plática que te acabo de dar ¿enserio crees que tengo carro?- como se me estaba haciendo costumbre le contesté con una pregunta.
-No, no lo creo. ¿Te parece si te acompaño a tu casa? De noche no es muy seguro aquí- me dijo
-No te quiero molestar, enserio, me puedo cuidar. Aunque me puedes decir ¿dónde es Bond Street?- le pregunté.
-Ni hablar, yo te acompaño- me dijo con un tono que no admitía razones para hacer lo contrario. Caminamos un rato, parece que cuando salí de la casa  camine en círculos sin darme cuenta. Tardamos alrededor de 30 minutos en llegar a la puerta de la casa que había cruzado hace menos de 3 horas.
-Fue un placer conocerte Daniela Robinson- me dijo a modo de despedida.
-El placer fue mi George Miller- le dije quitándome la americana para dársela.
-No, no te la quites. Te dará frío en lo que entras en la casa. Después me la darás- me dijo y se fue. Lo vi caminando en dirección contraria a mí, alejándose. Dejando en el aire la pregunta de ¿Cuándo volvería a verlo?, ¿Cuándo le entregaría su americana sino lo volvía a ver? Pero mis preguntas quedaron interrumpidas por la voz de mi hermana.
-¿En dónde estabas?- me preguntó con su tono histérico.- ¿De dónde sacaste esa americana?- me preguntó al vérmela puesta.
-¿Ya cenaron?- preguntando para tratar de distraerla un poco de su pregunta original.
-Ah, no, no te vas a librar de ésta, en este momento te vas a tu cuarto y me aclaras las cosas- me ordenó.
-Perdón, pero yo creía que mi mamá estaba adentro- le dije con un esfuerzo tremendo para aguantar una carcajada.
-Muy graciosa, pero no. Ahora entra y me dirás qué pasó- me dijo y me abrió la puerta para que entrara.
Entré en la casa y me acogió un calor muy agradable. Ese calor confortable que te da tu hogar.
-¿Dónde estabas?- preguntó mi mamá un poco preocupada.
-Pero valla ¿Por qué se alarman tanto?-pregunté antes de seguir con mi explicación- estaba en Starbucks, necesitaba pensar un poco. No se alarmen ya estoy bastante grandecita como para salir por unas cuantas horas- le dije, y sus caras cambiaron de preocupación a alivio. A saber que estaban pensando.
-Y esa americana ¿de quién es?- me preguntó mi hermana. A ella no se le escapaba ninguna.
-Bueno, estaba en la cafetería y me encontré con una persona, platicamos un rato. Al salir, me percaté de que no llevaba nada para cubrirme. Estaba haciendo un frío del demonio. Así que me presto su americana y me acompaño a casa. Se la quise dar, pero ya se había ido. Y eso fue todo lo que paso- le expliqué.
-Dejen  a Dani tranquila- dijo mi papá que hasta ese momento había estado muy callado- Ella está aquí para olvidar y para vivir. No la van a tener siempre aquí encerrada. Así que ustedes dos cotillas dejen de indagar en su vida. Y tu Dani ve a tu cuarto y descansa un poco- dijo mi papá.
-Gracias papá. Y ahora si m disculpan. Me voy a dormir un poco. Nos vemos mañana- me despedí y subí la escalera directa al cuarto. Me invadía un sueño tranquilo. Estaba un poco cansada. Y me sorprendió el hecho de que al legar a la cama pude dormir sin preocupaciones, sin viajes al pasado, sin nada. Solo dormir y descansar. Aunque si me llegaron unos pensamientos después, pero eran del millonario sexy y de su americana. ¿Cuándo lo volvería a ver?






Novela

Cruda verdad
Chapter 6

Salí de ese sueño profundo y me levante, mire por la ventana y vi un nuevo mundo. Un nuevo mundo lleno de personas felices. Niños jugando en la calle, niñas saltando la soga. Un mundo en el que no hay más preocupaciones que el decidir a que más van a jugar. En fin un  mundo en el que yo quería estar, pero no podía. No podía porque no me permitía sentir felicidad, solo me permitía sentir coraje, rabia y decepción.
Quería tomar una ducha antes de salir y enfrentarme a las preguntas de mis padres, para tratar de limpiar los sentimientos que afloran en mi cuerpo.  Y lo hice y fue una de las cosas más reconfortantes, pues me repuse y me sentí más viva.
Salí de la habitación y me encontré con un olor magnifico, mi mamá cocino lasaña. Mi comida favorita. Dios bendiga a las madres que hacen todo lo posible por animar a sus hijos.
Me digne a bajar y hacer frente al cuestionario de mis padres. Pero cuál fue mi sorpresa cuando vi a mi hermana y a toda su familia sentada en la mesa.
-Dani- me dijo suspirando y mostrándome el dolor que tenía por mí.
No fui lo suficientemente fuerte para  sostener la mirada de mi hermana y comencé a llorar.
-No, Dani, por favor no hagas eso, no llores- me suplico mi hermana. Pero no fui capaz de detenerme y mi hermana me llevo de regreso al cuarto de donde había salido. Nos sentamos en la cama y llore todo lo que tenía que llorar. No sabría decirte exactamente cuánto llore, pero al levantar la vista me di cuenta de que el solo se estaba ocultando.
-Lo siento Mariana- me disculpe con mi hermana por mi comportamiento tan infantil.
-No Dani, no te disculpes, es normal que te pase esto. Ese maldito malnacido te hizo esto, pero él no se merece una lagrima mas ¿entendido?- me dijo mi hermana limpiándome una lagrima en mi mejilla.
-Gracias- fue lo único que dije, pero no hizo falta decir más. Ella me comprendía y yo se lo agradecía.
-Y ahora prepárate para bajar con mis papás. Tranquila- me dijo al ver mi cara de preocupación- no va a pasar nada, ellos están igual o más preocupados que yo por lo que paso.
-Está bien, vamos. Creo que puedo soportarlo. Ya se me acabaron las lágrimas.- Le dije y en ese momento bajamos a la cocina. Mis padres estaban esperándonos. Me pude percatar que mi cuñado- Charlie- se había llevado a los niños afuera. Tal vez era muy deprimente para que me vieran los niños.
-¿Cómo estas cariño?- me preguntó mi mamá rompiendo ese silencio incomodo al que estábamos sometidos.
-Bien, bueno eso creo.
-¿Necesitas que hagamos algo por ti pequeña?- me preguntó mi papá.
-No, bueno sí. ¿Podrían servirme un poco de lasaña?- pregunté y esboce una sonrisa sincera y esta vez llena de alegría porque estaba con  la gente que quería.
Mi papá sonrió, mi mamá sonrió y mi hermana también. Mira que bien estoy deshecha y puedo hacer reír a la gente, bien por mí.
Mi mamá me sirvió un poco de lasaña y un poco de Coca Cola-para que quede muy claro amo la Coca Cola- y se sentó enfrente de mí. De repente me sentí muy observada, levante la vista y encontré la razón. Todos estaban pendientes de lo que hacía.
-Encontré a David con otra mujer en mi cama-sí, lo solté así, sin importarme las palabras que usaba ni el efecto que podían tener.
Mi padre no lo soporto y mejor se salió al patio con mis sobrinos y mi cuñado, dejándonos a mi mamá y a mi hermana solas.
-Pero ¿Cómo lo descubriste?-me pregunto mi mamá
-Un día cualquiera entre en mi casa, todas las luces estaban encendidas y no había nadie en la planta de abajo. Ese día le había dicho a David que iba a llegar un poco tarde porque iba a haber una reunión. Al final la reunión se canceló y volví un poco antes a la casa. En fin subí a la habitación, abrí la puerta y ahí estaba David con la desconocida.
-¿La desconocida?- pregunto Mariana
-Así la bautice- me explique- pero bueno eso es lo que paso y ahora estoy aquí comiendo lasaña alrededor de dos mujeres que dicen ser mis familiares.
-No comiences Dani- me advirtió mi mamá.
-¿Y qué  piensas hacer?- me pregunto mi hermana
-Bueno, pienso contratar a un abogado, tengo un amigo en México que me puede ayudar, él se hará cargo del caso desde México y ya me informara de los avances. Bueno eso espero. Pero me gustaría pedirles algo- dije
-Lo que quieras- dijo mi mamá y mi hermana asintió, nunca había visto a mi hermana tan callada. Creo que le afecto un poco esto.
-Me preguntaba si e podría quedar aquí un tiempo, hasta que consiga trabajo-dije
-Claro que si hija eso no lo tienes que pedir, esta casa es tuya también-dijo mi mamá dándome un pequeño abrazo.
-Y esto me apena mucho pero también les tendría que pedir un poco de dinero, me salí de la casa sin ropa y sin dinero. Deje todo atrás. Pero les juro que si me prestan el dinero conseguiré pronto un empleo y les pagare el último centavo-dije
-No seas tonta, tienes el dinero, tienes la casa y lo más importante nos tienes a nosotras. Te vamos a ayudar en lo que quiera y en lo que podamos ¿está bien?- dijo mi hermana. Por fin habló.
-Gracias. Y ahora si me disculpan quiero ir a dar una vuelta para despejarme un poco. Necesito caminar después de esta charla ¿está bien?- dije
-Claro vete, despéjate todo lo que quieras y regresa cuando estés lista. Recuerda Dani que hoy va a ser el comienzo de una nueva vida- dijo mi mamá, y creo que no estaba consciente de que lo que dijo era la verdad más grande que alguien me  pudo decir.



miércoles, 22 de enero de 2014

Novela

Nuevas metas 
Chapter 5   
Al llegar al aeropuerto me voy directa a comprar un boleto, joder que caros son. Y yo que estoy sin dinero, no importa. Llegando a mi nueva ciudad haré todo lo posible por encontrar un nuevo trabajo.
Todavía falta un poco para abordar, así que paso un rato en la librería. No lo he mencionados ¿verdad?, tengo una gran pasión por los libros. ¡Joder! mis libros. Todos están en la casa. Bueno creo que ya encontré una razón para regresar.
Miro los libros un rato, me lamento de no tener el suficiente dinero para comprar más libros, pero al final me decido por "Diario de una pasión". Si porque yo soy así, sufro por amor, y me compro un libro de romance.
Llaman a mi vuelo a abordar y me voy directa. Sin mirar atrás, sin pensarlo más de una vez.
Me esperan alrededor de 5 horas de vuelo. Lo mejor que pude hacer fue comenzar mi libro y dormir. Necesitaba dormir, y a diferencia del otro día mi subconsciente no me atacó con imágenes de mi pasado.
Al llegar New York salí por la puerta grande del aeropuerto hacia un nuevo futuro que nadie podía escribir. Solo yo.
-¡Taxi!- grite, y se detuvieron como 5, aquí tengo taxis para escoger.
Me metí en uno y le di la dirección de la casa de mis padres. Solo había estado aquí alrededor de 3 veces, pero cada vez que vengo es una cosa impresionante. Miro eso edificios que amenazan con rosar el cielo. Toda la gente metida en sus propios mundos, ajenos a los que pasa a su alrededor. La verdad es que ver a New York en todo su esplendor, a la hora pico, es todo un espectáculo. Puedes aprender tanto de personas que no conoces.
Mi gran viaje llega a su fin y llego a mi destino, tengo miedo, pero lo tengo que hacer.
Pago al taxista y salgo de él. Veo la casa de mis padres, e inconscientemente se me dibuja una sonrisa en la boca. No hay otra cosa para aliviar mi depresión como estar alrededor de la gente que me quiere.
Recorro el camino hacia la puerta principal, y con la mano un poco temblorosa toco el timbre. Suena la agradable cancioncita del timbre y a lo lejos se escucha:
-Robert, puedes abrir, estoy ocupada en la cocina- de inmediato reconozco la voz de mi madre. Aunque es muy obvio porque nadie más vive en esa casa.
-Claro cariño- le respondió mi padre. Me encanta como se llevan mis padres siempre tan cariñosos ellos.
Mi padre abre la puerta y no puede esconder su cara de asombro.
-¡Dani!- gritó y me abrazo lo más fuerte que pudo.
-Hola papá- de dije.
-¿Que estás haciendo aquí?
-Bueno necesitaba cambiar un poco de aires y aquí me tienes en la puerta de tu casa.
-¿Y David?- me dijo. Gracias papá por meter el dedo en la herida.
-¿Quién es Robert?- preguntó mi mamá asomándose a la puerta. Dándome un poco de tiempo para pensar en la respuesta a mi papá, o por lo menos a para distraerlo un poco y tratar de que se le olvide su pregunta.
-¡Dani!-gritó y salió corriendo a la puerta. Llego lo más rápido que le permitieron los tacones y me abrazo fuerte, muy fuerte. Al separarme de ella pude ver unas lágrimas en sus ojos, pero no hice caso de ellas. No quería comenzar a llorar en ese momento.
-Pero pasa Dani, entra ¿no traes equipaje?-dijo mi mamá aventándome adentro de la casa
-La verdad es que no mamá, mi partida fue muy rápida y no pude tomar mis cosas- le dije.
-¿Y David?- repitió la pregunta mi papá.
-Bueno, esa es una de las causas por las que estoy aquí. David y yo nos vamos a separar- si ya lo dije, no fue tan difícil después de todo, de echo al decirlo me percaté de que no me entristecía, sino que me daba rabia pensar que fue una tonta y no me di cuenta antes.
Las caras de mis padres fueron reflejo de dolor y sorpresa.
-Pero ¿por qué?- preguntó mi mamá.
-Les importa si antes descanso un poco y luego hablamos del tema, fue un viaje largo y no he dormido bien estos días- les dije esperando que me dieran un poco más de tiempo para preparar mi discurso.
-Si claro pequeña, descansa un poco y ya hablaremos más tarde de esto- me dijo mi papá soltando una de sus sonrisas llenas de amor.
-Gracias. ¿Podrían llamar a Mariana y avisarle que ya llegue por favor?- le pedí.
-Si claro yo le llamo enseguida- dijo mi mamá.
-Gracias- fue lo único que pude decir antes de subir las escaleras a "mi cuarto".
Lo único que puedo esperar de este viaje de parte de mis padres, es su amor y comprensión. Y eso es algo que me ha faltado en estos últimos días.
Lego al cuarto y abro la puerta, todo es igual a la última vez que estuve aquí. No tengo energías para nada, así que me acosté en una de las camas más cómoda en las que he dormido, y caí en un profundo sueño. Un sueño en el que todo era feliz y yo no tenía ninguna preocupación. Lástima que solo era un sueño.


lunes, 20 de enero de 2014

Croquetas y Wasaps

Titulo: Croquetas y wasaps
Autor: Begoña Oro
Editorial: SM
Precio: $159







Sinopsis:
¿Te has preguntado alguna vez qué quedará de ti cuando ya no estés? Clara sí. Justo cuando está al borde de la piscina. Y tiene dos opciones: tirarse de cabeza cuando todo su cuerpo grita para que lo haga, o quedarse quieta tapándose las orejas con las manos. Novela realista que agranda el universo de Pomelo y limón y narra con el estilo actual y chispeante de Begoña Oro el chaparrón de sentimientos al que se enfrenta una adolescente cuando se da cuenta de que tiene al alcance de su mano la oportunidad de ser feliz.

Opinión personal:

Me gustaría empezar mi opinión diciendo que en cuanto empecé a leer el libro no me gusto nada. La historia no me parecía nada nuevo. Chica relativamente guapa, se enamora de un chico realmente guapo. En fin no era una historia nada nueva, ya estaba acostumbrada a este tipo de historias por todo lo que he leído dentro de lo contemporáneo.
Pero cuál va siendo mi sorpresa cuando la historia comienza a dar una vuelta de 360° y todo comienza a cambiar.
Begoña Oro
 Mi primera impresión de Clara (porque así se llama nuestra protagonista) fue que estaba completamente obsesionada con Lucas ( su amado).
En ocasiones, Clara llega a herir los sentimientos de sus amigos por defender a Lucas.  Y en esos momentos llegue a odiar a Clara. Pero a lo largo de la historia podemos darnos cuenta de cuanto madura Clara.
Vemos el cambio de Clara de ser una encaprichada, despreocupada de sus amigos, que para ella solo existe Lucas, a ser graciosa, sarcástica en ocasiones, a vivir el momento, preocupandose por sus amigos pero en especial preocupandose y viviendo el momento con Unai (nuestro querido Unai que no es un chico modelo pero que es real).
Si me preguntara quienes ha sido mis personajes favoritos la tendría fácil: El abuelo, Unai y Clara (pero la madura).
Es una historia fácil, ágil y divertida que te la lees muy rápido por sus capítulos tan cortos. 
Merece que le den una oportunidad.
Si tuviera que definir a esta novela diría que: es una novela mágica, que no nos lleva a lo trillado y rutinario de las novelas románticas, que no es  una simple historia de chica de instituto conoce a chico guapo de instituto se enamoran y viven felices para siempre, esta es una historia llena de sentimientos, de no dejarse llevar por a apariencia ni por las primeras impresiones. Una historia en la que se busca que te conectes con los personajes y descubras que no todo es un cuento de hadas (aunque el libro comienza con Había una vez...)                                                                          

Frases:

"hay marcas que se hacen de una vez para siempre"
"Moñaca nunca te conviertas en la sombra de nadie"
"Hay que  saber decir adiós"
"Y quiero mostrarte estas arrugas, para que también a ti te acuerden que después de la primavera va el verano; después del trueno el relámpago; después de gracias, de nada; pero no siempre después de un te quiero, va y yo a ti. A veces después de un te quiero, va pues yo no. No hay forma de decirlo sin arrugar para siempre el corazón de alguien" 
Vídeo:





Calificación:





 Como dije me gusto mucho pero me parece que la Clara del principio me desagrado un poco.


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sábado, 18 de enero de 2014

Novela

Resignada 
Chapter 4   

Mi sueño es interrumpido por la luz del sol que entra por la ventana. Me despierto en un cuarto en el cual no recuerdo como llegue. Pero mi subconsciente me ataca con imágenes de la noche pasada, imágenes de David y la desconocida -si así la bautice-.
Me voy directa al baño a vomitar, solo recordar eso me dan nauseas.
La sensación que me queda después de terminar de vomitar es horrible, mi garganta me arde, odio esto.
No me había percatado de lo bonita que es la habitación, tiene dos camas-muchas gracias por darme cosas que no necesito recepción-, el baño es pequeño, pero no necesito más, tengo una televisión enorme (ahora sé por qué me cobraron eso), en fin es una habitación muy bonita, pero no puedo permanecer más tiempo aquí. Tengo que irme, o terminare sin un maldito centavo.
Recojo mis cosas-lo cual no es complicado porque solo es mi bolso- y bajo directa a recepción.
-Buenos días señorita Robinson, ¿en qué le puedo ayudar?- me dice la misma persona que me atendió ayer -o eso creo-.
-Hola, vengo a regresar la habitación- intento dibujar una sonrisa en mi rostro pero me es imposible.
Le entregue todo lo necesario para irme rápido.
-Bueno eso sería todo señorita Robinson, gracias por su preferencia- me dijo deslumbrándome con su sonrisa perfecta.
Me despido como puedo y salgo del hotel rápido, llamo a un taxi pero me doy cuenta de que no tengo a donde ir.
-¿Va a ocupar el taxi señorita?- me dice el taxista ya con la puerta abierta.
-No, lo siento- le contesto arrepentida.
El taxista un poco desilusionado se mete en el taxi y se va.
Rebusco en mi bolso en busca de mi celular, ya sé a quién llamar. Marco el número y espero.
-¿Hola?-contesta mi hermana.
-Hola Mariana- contesto.
-¡Dani! ¿Cómo estás?- me pregunta con su típico tono alegre.
-Mal pero no me gustaría discutir esto por teléfono, llamo para avisarte que tomare un vuelo a New York- le digo, y me sorprendo de lo que acabo de decir, ¿yo, a New York? ¿Yo dejando mi trabajo y mi casa?
Sí, no quiero dar vuelta atrás, lo único bueno del pasado es eso, que es pasado.
-¿Enserio?, ¿a qué hora llegas?- me pregunta
-¿Qué te parece si cuando llegue tomo un taxi y los veo en casa de mis papás?- le pregunté
-Está bien Dani, pero llámame cuando llegues, tengo muchas ganas de verte y ahora gracias a tu contestación, estoy un poco preocupada.
-No te preocupes, ya hablaremos cuando llegue, adiós, besos.
-Adiós Dani-. Y así me despido de mi hermana, consiente del siguiente paso que quiero dar.
-¡Taxi!- grito, y consigo que uno se pare. Subo en el sin demora.
-Al aeropuerto por favor- le digo, y doy una pequeña despedida a México, ciudad que me dio una oportunidad. Pero en la cual no quiero vivir mi futuro.

Novela

Atrapado 
Chapter 3   —   
Cuando tu vida pierde ese significado que tanto estabas buscando, ya no queda nada a lo que aferrarte. Si lo sé, y lo entendí en este momento, aquí sentada en mi camioneta, tratando de encontrar el coraje necesario para entrar por la puerta de esa gigante casa que alberga solamente a dos almas. Dos almas tan diferentes y tan distintas que no parece que se hayan unido para ser una sola.
Si, lo entendí, entendí que mi vida no tenía significado. Entendí que no importaba el hecho de tener una fortuna, sino podías disfrutar de ella, siempre pensando en un futuro y descuidando un presente.
Entendí que no importaba mi vida, porque yo no era feliz. Y eso para mí siempre fue lo más importante, ser feliz siempre tuvo un gran significado en mi vida. Y ahora que no soy feliz mi vida carece de significado.
Y aquí estoy tratando de aferrarme al último gramo de felicidad, tratando de fingir una sonrisa para no despertar sospechas de la persona que ha tratado de hacerme feliz, pero que fracaso.
Con un movimiento mecánico, saco las llaves y abro la puerta. Es curioso como cosas tan triviales pueden parecer de lo más difícil en momentos tan significativos de tu vida.
Con un último suspiro tomo mi bolsa e inicio el camino a casa, no quiero tocar el timbre porque eso significaría encontrarme con David y su sonrisa de falsa felicidad. Rebusco en mi bolso por las llaves, es un milagro que las encuentre, soy un desastre organizándome.
Por fin dentro, todas las luces encendidas, televisor encendido, cojines tirados. Algo ha pasado aquí.
-David-grito con la esperanza de una respuesta.
Escucho un ruido seco en el cuarto, subo las escaleras para ver qué pasa. Me parece tan ridículo, buscas a la única persona que vive contigo y no la puedes encontrar. Es ese momento en el cual te das cuenta de lo inútilmente grande es tu casa.
-¿David?-mi voz se ha convertido más en un susurro que en un grito.
Me dirijo directamente al cuarto principal con la esperanza de que este allí, porque  este plan de buscar a una persona me está aburriendo.
Abro la puerta del dormitorio y no lo puedo creer.
-¡David!-le grite al ver semejante imagen.
-¿Dani?, ¡Dani!, no espera.
Pero no puedo parar, no después de verlo con otra mujer en mi casa, en mi cama. No, no puedo soportarlo. Y así es como se termina ese gramo de felicidad y da paso a un kilo de enojo.
-Dani, espera por favor, te lo puedo explicar- me dijo al bajar corriendo las escaleras. Sumida en las imágenes que acabo de ver no sentí cuando David me toma del brazo.
-Dani, espera te lo puedo explicar.
-Y que se supone que me vas a explicar, que tienes una amante, que durante mucho tiempo me estuviste engañando, que fui una estúpida al pensar que me querías- le dije sacudiendo mi brazo y logrando zafarme de su apretón.
-Suéltame y no me vuelvas a hablar, ni a tocar en tu vida David- le dije y me di la media vuelta intentando contener la postura, y manteniendo lo poco que me quedaba de orgullo.
Volví a hacer el mismo camino que hace poco había logrado caminar, subí en la camioneta y me aleje de esa casa que solo me ha traído problemas. No voltee atrás, seguí mi camino hasta que me fue imposible manejar con los ojos llenos de lágrimas. Estacione y fue en ese momento en el que me di cuenta de que no tenía a donde ir, esa maldita era lo único que tenía. Rebusque en mi bolso y busque un poco de dinero, por suerte traía mi tarjeta de crédito, suficiente para una noche en un hotel, en la mañana decidiría que hacer con mi vida.
¿Por qué decidí mudarme a México si toda mi familia está en New York? A si algo relacionado con hacer mi propia vida. Pues mira que bien te resulto, sin casa, sin esposo y muy limitada de dinero. Eres la mejor Daniela.
-Bienvenida al hotel Posada, ¿en qué le puedo ayudar?- me dijo la recepcionista con una sonrisa de oreja a oreja.
-Hola, dame la habitación más barata que tengas- le dije
-Claro ¿a qué nombre estaría la reservación?
Me la pensé un buen rato, no quería que nadie supiera que estaba aquí.
-Samantha Robinson-dije, si mentí peo no me importo.
-Muy bien señorita Robinson serian $950 pesos por día- me subrayo el "por día" para que me quedara muy claro.
-Si claro sola dame la llave.
-Aquí tiene, piso 3, habitación 350, gracias por su preferencia y que tenga una buena noche.
Salí de ahí lo más rápido que pude directo a mi habitación, con la esperanza de descansar.
Llegue a mi habitación y me di cuenta de que no contaba con nada de ropa, bueno que esperaba si salí corriendo. Pero no regresare a esa maldita casa si quiere que queme la ropa, pero no regresare.
Me acosté, estaba exhausta. Pero no pude dormir, las imágenes de David y la desconocida en mi cama no me dejaban tranquila y supe que no me dejarían nunca.


Novela

Un viaje en el tiempo (edit)
Chapter 2   —   Updated Jan 11, 2014   —   1,916 characters
¿Qué tal si regresamos un poco en el tiempo?
Ahora, ¿ven a esa preciosa señorita de ahí?, si esa, la que está bailando, la que tiene vestido de novia. Soy yo.
Bueno esto no lo tendría que decir yo pero, ¡qué bien me veía! Si me atrapaste, no teníamos que regresar tantos años - 4 años exactamente- pero mírame, tienes que admitir que estoy muy bien. Ojalá los años no pasaran tan deprisa, y lo más importante ojala y no dejaran factura en la apariencia.
Bueno ya que me vieron en mis mejores años, es hora de llegar al momento crucial, ¿están listos?, les advierto que les puede asustar, no va a ser nada parecido a lo que acaban de ver. ¿Siguen aquí? bueno se los advertí yo no seré la responsable de las pesadillas que tengan.
¿Ven a esa mujer que está por salir de su camioneta? si esa camioneta ultimo modelo, la que esta entrando en esa hermosa casa, esa, si esa que esta saliendo, con su ropa cara, su pelo recién arreglado en la peluquería,si esa soy yo.
Pero mira más de cerca, vamos no tengas miedo, acércate un poco. ¿Que ves? ¿Que esta mal en esa cara? 
Si, lo descubriste, perdió toda esa felicidad- que observador- si estas en lo correcto estuvo llorando. ¿Pero cual puede ser la razón por la que esta mujer que parece exitosa, que solo 4 años atrás estaba bailando una canción hermosa, con el hombre de su vida, este llorando?

La razón, me parece que muchas mujeres la
conocen, pero pocas se atreven a decirla. No son felices con la vida que están viviendo, pero nos tenemos que resignar. Resignación es una palabra tan bien usada, que en momento parece cruel, pero que no hay otra forma de definir la situación.

A lo que vamos, volvamos a esa mujer, ¿que les parece si nos metemos un
poco mas en la historia. Y les cuento todo como paso?
no se sorprendan seguiré siendo yo, solo que un poco menos directa.
¿Listos?

Acompáñenme
en este viaje que tanto me gusta llamar mi vida real.










Nada de Janne Teller

Titulo: Nada
Autor: Janne Teller
Numero de paginas: 158
Editorial: Seix Barral
Precio: $148



 Sinopsis:
Pierre Anthon deja el colegio el día que descubre que la vida no tiene sentido. se sube a un ciruelo y declama a gritos las razones por las que nada importa. Tanto desmoraliza a sus compañeros, que deciden reunir objetos esenciales con el fin de demostrarle que hay cosas que dan sentido a quienes somos. En su reto arriesgaran parte de si mismos y descubrirán que solo al perder algo se aprecia su valor. Pero entonces puede ser demasiado tarde.


Opinión:
Me parece que por esta vez no voy a hablar afondo del libro, ni de la personalidad de los personajes. Porque es un libro muy corto y muy interesante. De lo único que quiero hablar de este libro, es cuanto me impacto.
El hecho de que un niño diga:
NADA IMPORTA. HACE MUCHO QUE LO SÉ. ASÍ QUE NO MERECE LA PENA HACER NADA. ESO ACABO DE DESCUBRIRLO.
 Y que los niños de su grupo entren en un crisis de existencialismo para poder encontrar la razón de vivir, y también para poder demostrar que Pierre Anthon esta equivocado, hacen cosas inimaginables.  Y eso enserio te hace pensar en verdad que tiene significado en esta vida.
Los niños comienzan a dar cosas que para ellos tienen un gran significado. Pero cuando se desprenden de esas cosas, te preguntas si tenia tanto significado, ¿por que se desprendió de eso?

Es un gran libro, que si te deja  pensando y recapacitando acerca del sentido de la vida.

Me gusto mucho, creo que la gente lo tiene que leer para ver cual es el valor y significado que le da a las cosas materiales, espirituales, y en algunas ocasiones de su vida.

Frases:



-todo da igual-dijo un día-. Porque todo empieza solo para acabar. En el mismo instante en que nacéis empezáis a morir. Y así ocurre con todo.
...¡ y mejor estar sentado en la nada que en algo que no es nada!
hasta aquí me gustaría dejarlas por que no quiero arruinar el libro si es que se deciden a leerlo.



Calificación: 
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viernes, 17 de enero de 2014

Novela

Hola a todos, y perdón por descuidar este blog tanto tiempo pero, vamos son vacaciones y tenia que salir de la rutina. Pero eso no es lo importante, me gustaría poner en este blog el inicio de una novela de una amiga, su nombre es Daniela y lo que mas quiere es ser escritora.
Me gustaría que me dejaran sus comentarios sobre la novela, también se aceptan sugerencias y criticas.
Hasta el momento solo ha escrito 4 capítulos, pero cada vez que escriba uno lo iré subiendo.
 Gracias.
La novela se llama "Mi vida real".

   El inicio de todo. 
Chapter 1  
Mi nombre es Daniela Robinson, raro ¿verdad?, bueno ese es el resultad de tener un padre americano y una madre mexicana.
Y ¿Por qué estoy aquí?, pues por que al no tener nada que hacer a la una de la madrugada de un sábado de enero lo primero que se te ocurre es escribir tu historia.
Me parece que antes de que los agobie contándoles toda mi historia, sería conveniente platicarles en donde estoy en este momento. Como ya la he dicho, es la una de la madrugada de un día de enero del año 2014, soy una mujer que unos días antes creía que tenía una buena vida, pero que esa vida que ella pensaba seria la indicada, acaba de derrumbarse. Pero para que me entiendan y me sigan en este viaje a mi pasado, tenemos que retroceder unos cuantos añitos.
¿Me acompañarías en este viaje a ese tiempo que todos llaman pasado, pero que para mí cada vez es más presente?








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